ALFABETICAMENTE HABLANDO...

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O... DE OLVIDAR

La mujer del cabello corto tiene una llave y entra a la casa cuando el sol sube y cuando el sol se pone y la viste y le da de comer. Si pasa algo que no ha planeado, si la mujer tira la cuchara al piso o si el día se arruina y llueve, se enoja, y la otra no sabe qué hacer. Un día, hoy, después de darle de comer, la mujer del cabello corto pone la televisión y lava un plato o pasa la aspiradora. Nunca le pregunta a la mujer cómo está.
«Si eres mi hija -le dice un día-, eres una mala hija.» «No importa lo que pienses de mí -le responde la hija-, mañana no te acordarás de lo que has dicho, pero yo sí. Y un día me marcharé y te vas a joder, ya lo verás», le dice la hija.
Patricio Pron. El mundo sin las personas que lo afean y lo arruinan. Mondadori

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