ALFABETICAMENTE HABLANDO...

abandono ahogado album aldea alojamiento amor anecdota animales antigüedad arte aseo astronomía ATXAGA AUB AUSTER BAUSCH BAXTER belleza BERGER beso BORGES BRECHT BUKOVSKI CALVINO camino campo CAPOTE casa casado cazador celos centro comercial CHEJOV cielo ciencia ciudades COETZEE colores comunicación comunión. iglesia conductor cuento cuerpo cuidar cura DELIBES deseo desgracia despertar desprecio difuntos dinero dios diseño disfraz dormir DOSTOIEVSKI duda edad emigrantes enfermedad equivocarse escritor espejo estrellas estúpido excepción fábula fecha festín fiesta filosofía flores franceses frío frontera fuego GALDOS GALEANO GARCÍA MARQUEZ GLANTZ gramática griegos GROUCHO MARX héroe hielo HIERRO historia hospital hotel humanidad idiomas imaginación imprescindible insomnio invento invierno IWASAKI jefes juego KAFKA KALFUS KARINTHY KRAUS LABARI laberinto ladrón leer lenguas lento libros LLAMAZARES llaves lluvia maestros MAGRIS mandar MANKELL manos MARGARIT matemáticas memoria mentira MILLÁS mirar MONZO muerte mujer MUÑOZ MOLINA MURAKAMI museo naciones naturaleza NIETZSCHE niños noticias O`CONNOR obedecer ojos olvidar oso OZ PAASILINNA paisajes patio patria pensamiento pérdida PEREZ ESTRADA pies pobreza precio prisa progreso PRON pueblo recordar reglas religión resucitar RIECHMAN riqueza RIVAS rosas rurales rusos sabiduría SANCHEZ FERLOSIO sangre SANTANA SAROYAN SHEPARD sinceridad sirena soledad sombras sueño SWIFT TABUCCHI tortura trabajo tristeza universo urbanismo vanidad VARGAS LLOSA veintitantos ventana ver verdad viajar vivir WILCOCK WILDE zapatos ZWEIG

20111227

V… DE VERDAD (de un experimentado "investigador")

Cuando vuelvo a ver al coronel Joll en su primer rato libre llevo la conversación al tema de la tortura.
-¿Qué ocurre si el preso dice la verdad –le pregunto-, pero nota que no le creen? (…) ¿Cómo puede usted saber cuándo un hombre le ha dicho la verdad?
-Existe un tono especial en la voz del que dice la verdad. El entrenamiento y la experiencia nos enseñan a reconocer ese tono.
-¡El tono de la verdad! ¿Puede reconocer ese tono en la conversación cotidiana’ ¿Oye si yo digo la verdad?
Es el momento más íntimo que hemos tenido hasta ahora, un momento que él ahuyenta con un ligero ademán.
-No, me está malinterpretando. Ahora hablo solo de una situación determinada, de una situación en la que investigo para dar con la verdad, en la que tengo que presionar para encontrarla. Al principio solo obtengo mentiras, así es, primero solo mentiras, entonces hay que presionar; después más mentiras, entonces hay que presionar más; luego el desmoronamiento, tras este seguimos presionando, y por fin la verdad. Así es como se obtiene la verdad.
El dolor es la verdad, todo lo demás está sujeto a duda.
J. M. COETZEE. Esperando a los bárbaros. Debolsillo

20111216

U... DE UNIVERSO (dónde conviven rosas y peras)

Habría que conocer la táctica del universo, porque el universo tiene su propia táctica, pero a los laboratorios se les escapa... El binomio de Newton es algo grande, pero las matemáticas tienen otras profundidades, otros misterios. ¿Que filosofo? Me disculparás, di algo tú, bueno, mejor no, ya filosofo yo, deja que lo haga, ¿me lo permites? Vosotros filosofáis siempre, todos vosotros, los sabihondos, nos explicáis el mundo, todos quieren explicarte el mundo... Una rosa es una rosa, es una rosa. Pues no, en absoluto. ¿A que no sabes que el rosal y el peral pertenecen ambos a la familia de las rosáceas? Estúdiate la botánica, el peral da peras y el rosal da rosas, ¿te parece lo mismo?.. Pues entonces déjame filosofar. Por lo demás no me queda mucho, ya lo ves...
Antonio Tabucchi. TRISTANO MUERE. Edit. Anagrama

20111210

T... DE TRABAJO ( ...y su extinción)

-Liberarlos del trabajo –sonrió Lida-. ¿Acaso es posible?
-Sí. Encárguense de una parte del trabajo de ellos. Si todos los habitantes de la ciudad y del campo, todos sin excepción, consintiéramos dividir entre nosotros el trabajo que en general realiza la humanidad para la satisfacción de sus necesidades físicas, a cada uno le correspondería quizá más de dos o tres horas por día. Imagínese que todos, los ricos y los pobres, trabajamos solamente tres horas por día y el tiempo restante nos queda libre. Imagínese también que (para depender menos aún de nuestro cuerpo y trabajar menos) inventamos máquinas que nos reemplazan en ciertas labores y tratamos de reducir la cantidad de nuestras necesidades hasta el mínimo. Nos temp1amos a nosotros y a nuestros hijos para no temer al hambre y al frío y no tener que temblar constantemente por la salud de ellos, como tiemblan Ana, Mavra y Pelagia. Imagínese que no nos curamos, no mantenemos farmacias, ni fábricas de tabaco y de bebidas alcohólicas, ¡cuánto tiempo libre nos queda! Todos, en común, dedicamos este ocio a 1as ciencias y a las artes. De la misma manera como a veces todos los mujiks de una aldea se unen para arreglar el camino, nosotros, mancomunados todos, buscaríamos la verdad y el sentido de la vida, y (estoy seguro de ello) la verdad sería descubierta muy pronto; el hombre se liberaría de este constante, penoso y deprimente miedo a la muerte y aun de la misma muerte.
Antón Chejov. LA CASA DEL SOTABANCO. (Edit. Petronio)

20111205

S... DE SIRENA (...más bien de "sireno")

A última hora les dolió devolverlo huérfano a las aguas, y le eligieron un padre y una madre entre los mejores, y otros se le hicieron hermanos, tíos y primos, así que a través de él todos los habitantes del pueblo terminaron por ser parientes entre sí. Algunos marineros que oyeron el llanto a la distancia perdieron la certeza del rumbo, y se supo de uno que se hizo amarrar al palo mayor, recordando antiguas fábulas de sirenas. Mientras se disputaban el privilegio de llevarlo en hombros por la pendiente escarpada de los acantilados, hombres y mujeres tuvieron conciencia por primera vez de la desolación de sus calles, la aridez de sus patios, la estrechez de sus sueños, frente al esplendor y la hermosura de su ahogado. Lo soltaron sin ancla, para que volviera si quería, y cuando lo quisiera, y todos retuvieron el aliento durante la fracción de siglos que demoro la caída del cuerpo hasta el abismo. No tuvieron necesidad de mirarse los unos a los otros para darse cuenta de que ya no estaban completos, ni volverían a estarlo jamás.
El ahogado más hermoso del mundo  GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ. (Todos los cuentos) Edit. Plaza & Janés

20111129

R... DE RECORDAR (...lo que tal vez no existió)

Partiendo de allá y andando tres jornadas hacia levante, el hombre se encuentra en Diomira, ciudad con sesenta cúpulas de plata, estatuas de bronce de todos los dioses, calles pavimentadas de estaño, un teatro de cristal, un gallo de oro que canta todas las mañanas en lo alto de una torre. Todas estas bellezas el viajero ya las conoce por haberlas visto también en otras ciudades. Pero es propio de ésta que quien llega una noche de septiembre, cuando los días se acortan y las lámparas multicolores se enciendan todas a la vez sobre las puertas de las freidurías, y desde una terraza una voz de mujer grita: ¡uh!, se pone a envidiar a los que ahora creen haber vivido ya una noche igual a ésta y haber sido aquella vez felices.
Italo Calvino. LAS CIUDADES INVISIBLES. Biblioteca El Mundo

20111125

P... DE PATRIA (del tamaño de un patio interior)


Sólo acepto una patria sin muertos enterrados. Sin sangre fértil abonando los feraces campos. ¿Que entonces eso no constituye una patria, de acuerdo con la definición universal de patria? Bueno, usted verá, ése no es mi problema. Sólo admito patrias sin inquilinos subterráneos.
Y si eso no fuera posible, me basta un patio, un pequeño patio limpio.
Jorge Riechman. DESANDAR LO ANDADO. Edit. Hiperión

20111122

O... DE OJOS (que no ven...)

Mi tía era muy hermosa y, al verme, sonrió con admiración. Volviéndose hacia mi madre, le dijo:
-Sabes, Minnie, Julius tiene los ojazos castaños más bonitos que he visto en mi vida.
Hasta aquel momento yo no había reparado en mis ojos. Oh, estaba al tanto de que era miope, pero nunca se me habría ocurrido pensar que fuesen nada extraordinario. Consciente ya de mis recién descubiertos encantos y a pesar de que ella no volvió a reparar en mí, alcé las cejas tanto como pude y clavé la mirada en ella de forma descarada con la esperanza de que si mis ojos continuaban sobresaliendo, me echaría un nuevo cumplido. Pero no, estaba ocupada cotilleando con mi madre y al parecer se había olvidado completamente de mí. Seguí merodeando frente a ella, deseando que dijera otra vez algo agradable sobre mis ojazos color castaño.
Habría de pasar mucho tiempo antes de que mirara al espejo… y descubriera que mis ojos son grises.
Groucho Marx MEMORIAS DE UN AMANTE SARNOSO. Edit. Tusquets

20111119

N... DE NOTICIA ( ...ocurra o no)

Como Blas oía hablar de las tantas catástrofes que ocurrían, lo dejó todo y se sentó ante la calle como ante un río imprevisible, esperando el suceso que luego habría de contar a los demás.
Pero no ocurría nada, y entonces se fue casa por casa diciendo que no había otra cosa que el acontecimiento cero.
Y, mientras iba dando la grave noticia, en la calle sucedían crímenes, desastres, accidentes y suplicios de todo tipo.
Sin embargo, en cuanto Blas salía de nuevo, la calle se aquietaba de manera que parecían falsas las noticias que atravesaban la ciudad en todas direcciones.

Lavapiés (El testigo) ERNESTO SANTANA. Edit. Opera Prima

20111115

M... DE MENTIRAS (Y DE VERDADES INÚTILES)





Una mentira piadosa siempre es perdonable. Pero quien dice la verdad sin estar obligado a ello no merece perdón.
Dichos y contradichos. KARL KRAUS. 
Edit. Minúscula

20111102

L... DE LADRÓN (...con sotana)

Se dedicaba a robar cosas -añadió-. Ya sabes, ladrón de tiendas profesional. Pero tenía una buena técnica, así que nunca lo pillaron. En vez de entrar en los comercios con un enorme abrigo puesto, como hacen casi todos, se disfrazaba de cura. Nadie sospechó jamás de él. El padre Freddy, un sacerdote. Pero una vez se vio envuelto en un extraño lío. Andaba cerca del centro, a punto de entrar a robar en un drugstore, cuando se produjo un tremendo accidente de tráfico. Un coche atropelló a un tío que estaba cruzando la calle. Lo cogieron y lo llevaron a rastras a la acera, justo por donde pasaba Freddy. Había sangre por todas partes, el tío estaba inconsciente, parecía que se iba a morir. Una multitud se congrega a su alrededor, y de pronto una mujer ve a Freddy vestido de cura y le pide que le dé los últimos sacramentos. El padre Freddy lo tiene crudo. No sabe ni una sola oración, pero si sale corriendo, se enterarán de que es un impostor y lo detendrán por hacerse pasar por cura. De manera que se inclina sobre el tío tendido, junta las manos para hacer como que está rezando y murmura una solemne tontería que una vez oyó en una película. Luego se incorpora, hace la señal de la cruz y se larga. Divertido, ¿no?
Paul Auster. LA NOCHE DEL ORÁCULO. Edit. Anagrama

20111031

J ... DE JEFES

El que quiera mandar guarde al menos un último respeto hacia el que ha de obedecerle: absténgase de darle explicaciones.
Rafael Sánchez Ferlosio. VENDRÁN MÁS AÑOS MALOS… Edic. Destino

20111030

I... DE INVENTO (...y aquí estamos por aquello...)

Ese año de importancia universal, 1837, en el que por vez primera el telégrafo logró que la experiencia humana hasta entonces aislada fuera simultánea, raramente consta en nuestros libros escolares, que por desgracia siguen considerando más importante hablar de las guerras y de las victorias de los distintos generales y naciones, en lugar de hacerlo sobre los verdaderos triunfos de la humanidad, por ser comunes. Y sin embargo ninguna otra fecha de la historia reciente puede compararse en cuanto a sus efectos psicológicos con esa transformación del valor del tiempo. El mundo ha cambiado desde que en París es posible saber lo que está ocurriendo al mismo tiempo en Amsterdam, en Moscú, en Nepal o en Lisboa. Sólo falta dar un último paso y también otras partes del mundo estarán incluidas en ese grandioso conjunto y se habrá creado una conciencia común a toda la humanidad.
Stefan Zweig. MOMENTOS ESTELARES DE LA HUMANIDAD. Edit. Acantilado

20111026

H... DE HOTEL

Su mujer iba a reunirse con él unos días más tarde: Abengoa pensó que a ella el hotel le gustaría. A las mujeres, me dijo, les gusta ir a sitios que parezcan de época, les hacen sentirse distinguidas y románticas:
            -Si de algo entiendo yo, Claudio, es de hoteles y de mujeres. Pero desengáñate, la experiencia me dice que no hay hotel como la casa de uno, y en lo que respecta a las mujeres, después de haber probado algunas (no tantas como camas de hotel, no vayas a creerte), me quedo con la mía. Seguro que me comprendes, tú tienes mucha cara de casado. Ojo, no digo que lo estés: digo que tienes cara de casado, eso es también como un sello, como el que llevamos los españoles en el extranjero.
Carlota Fainberg. ANTONIO MUÑOZ MOLINA. Edit. Alfaguara

20111024

G... DE GRAMÁTICA (...pero no la gramática parda, la otra)

La corrección lingüística es la premisa de la claridad moral y de la honestidad. Muchas fullerías y graves prevaricaciones nacen cuando se hacen chapuzas con la gramática y la sintaxis y se pone el sujeto en acusativo o el complemento directo en nominativo, enredándolo todo y confundiendo los papeles de las víctimas y los culpables, alterando el orden de las cosas y atribuyendo eventos a causas o a promotores distintos de los reales, aboliendo distinciones y jerarquías en una engañosa montonera de conceptos y sentimientos, deformando la verdad.
Por eso también incluso una sola coma en un sitio equivocado puede acarrear desastres, provocar incendios que destruyan los bosques de la Tierra. Pero la historia del profesor Karolin parece decir que respetando la lengua, es decir la verdad, se fortalece también la vida, se siente una mayor seguridad en las piernas y somos más capaces de salir a estirarlas disfrutando del mundo, con esa vitalidad sensual tanto más suelta cuanto más libre de los enredos de los engaños y los autoengaños. Quién sabe cuántas cosas, cuántos amables placeres y goces se deben, sin saberlo, al lapicero rojo de los maestros de escuela.

20111022

F... DE FRONTERA

No sabes que has cruzado una frontera hasta que estás al otro lado. En ese punto sabes dónde te encuentras y si estás hecho para eso o no. Muchas amistades tienen un componente erótico latente. Pero antes de que llegase siquiera a comprender que ella me atraía -bueno, lo sabía porque quería parecerme a ella más de lo que yo me parecía a mí misma-, la vieja magia terrible se fusionó en el aire y con una especie de sobresalto supe lo que quería hacer. Dios mío, quería probar a ponerle las manos encima, sólo una prueba. Quería tocarle la cara o el brazo con la mano porque pensé que tocarla me haría muy feliz. Sólo quería tocar su piel, pero por supuesto quería palpar el músculo que había debajo y llegar a su alma por debajo del músculo, porque la olfateaba (…) Tal menú de sensaciones después del partido vespertino de softball era en su mayor parte algo nuevo para mí. Pero en esa mesa olfateaba el alma de Jenny y la deseaba. Que ella fuese una mujer, etcétera, me daba miedo. Pero también era estimulante. Es lo que una necesita saber.
Charles Baxter. EL FESTÍN DEL AMOR. Edit. RBA

20111020

E... DE EQUIVOCARSE (creo...)



Una persona jamás debería avergonzarse de admitir que se ha equivocado, ya que eso no es sino decir, con otras palabras, que hoy es más sabia que ayer. Jonathan Swift. Ideas para sobrevivir a la conjura de los necios. Edit. Península.

20111017

D... DE DORMIR (...si es que puedes)

Estaba viviendo en una pensión barata, solo. Tenía un suelo y un techo y media docena de libros. Los libros no podía leerlos. Eran de grandes escritores. No podía leerlos, ya que me pasaba todo el día sentado a la mesa, contribuyendo a que mi país se convirtiera en la nación más próspera del mundo. Tenía una cama. A veces me quedaba dormido en ella por puro agotamiento, de noche, muy tarde, o muy temprano por la mañana. Un hombre no puede dormir en cualquier parte. Cuando un cuarto no significa nada para uno, cuando no forma parte de uno, uno no puede dormir en él. Este cuarto en el que yo vivía no formaba parte de mí. Pertenecía a cualquiera que pudiera pagar por él tres dólares a la semana. Yo lo ocupaba, vivía en él. Tenía casi diecinueve años y la sangre me bullía en las venas.
William Saroyan. EL JOVEN AUDAZ SOBRE EL TRAPECIO VOLANTE. Edit. Acantilado

20111016

C... DE CIELO... O DE CENTRO COMERCIAL ( qué más da...)

Al igual que otros centros comerciales, Rachel está cubierto, y una maquinaria oculta regula la temperatura interior. La luz del día sólo entra en el edificio a través de sus puertas. Antes, sin embargo, de que el cliente pueda dirigir su mirada hacia las estanterías y escaparates que le esperan, tiene que dirigirla hacia lo alto, a una aparición fantástica.
Mientras que otros centros exhiben techos anodinos, los maestros ingenieros de Rachel han instalado un intrincado mecanismo de lámparas, engranajes, poleas, levas, volantes, muelles y pesos que recrean de manera aproximada las revoluciones silenciosas del universo. (…)
 Los planetas avanzan y luego retroceden, y cientos de miles de luces suspendidas de hilos giran sobre nuestras cabezas. Como un servicio más, los comerciantes de Rachello han dispuesto todo para que sus clientes disfruten con solo mirar lo que Dios ha escondido: galaxias, nebulosas, grupos de estrellas, quásares, navas, anillos planetarios, enjambres de meteoros y nubes de polvo interestelar. El cliente no necesita emular la paciente espera del astrónomo ante el firmamento. Acontecimientos celestes raros y espectaculares, como eclipses, ocultaciones, conjunciones y tránsitos están programados para que se produzcan al menos una vez al día.
Ken Kalfus. LOS CENTRO COMERCIALES INVISBLES (GENERACIÓN QUEMADA) Siruela

20111015

B... DE VANIDAD ...NO... DE BELLEZA (perdón)

No hay cosa más condicional y limitada que nuestro sentido de la belleza. El que quiera representarse lo bello abstraído del placer que el hombre produce al hombre, perderá pie en seguida. Lo bello en sí no es más que una frase, ni siguiera una idea. El hombre se toma a sí mismo como medida de perfección en lo bello, y en ciertos casos escogidos, se adora. Una especie no puede menos de afirmarse a sí misma de esta manera. Su más bajo instinto, el de conservación y dilatación, se refleja todavía en esas sublimidades.
El hombre se figura que el mundo está por sí mismo lleno de bellezas, y se olvida de que es él mismo la causa de estas bellezas. Él y nadie más que él es quien ha llenado el mundo de belleza humana, demasiado humana, y nada más. En resumen, el hombre se refleja en las cosas y todo aquello que le ofrece su imagen le parece bello; su juicio de lo bello es la vanidad de la especie.
Friedritz Nietzsche. EL CREPÚSCULO DE LOS ÍDOLOS. Alianza Editorial.

20110606

A... DE ABANDONO

La peor soledad del que se va es la que deja en su tierra, no la que encuentra en la de destino.
Julio Llamazares. Tanta pasión para nada. Edit. Alfaguara.

D... DE DESGRACIA

Aboguin y el doctor estaban frente a frente y, encolerizados, proseguían infiriéndose mutuamente inmerecidas ofensas. Parecía como si nunca en su vida, ni siquiera delirando, hubiesen pronunciado tantas palabras injustas, crueles y absurdas. En los dos revelóse marcadamente el egoísmo del desgraciado. Los desgraciados son egoístas, maliciosos, injustos, crueles y menos capaces aun que los tontos de comprenderse uno al otro. La desgracia, en vez de unir, separa a la gente, y hasta allí -donde parecería que los hombres debieran estar ligados por el dolor común, se cometen más injusticias y crueldades que en un medio relativamente satisfecho.
Antón Chejov. Enemigos, Cuentos de Chejov. Edit Petronio.

20110422

E... DE EXCEPCIÓN

Me levanté para irme a dormir. No se merecía ninguna aclaración, pero quise ser indulgente y le dije:
-Excepto la sombra, papá. Hace un minuto dijiste que todas las cosas del mundo tienen por lo menos dos caras. Casi tuviste toda la razón, olvidaste que la sombra, por ejemplo, tiene siempre solo una. Si no me crees, puedes ir y comprobarlo. Incluso podrías hacer uno o dos experimentos. Tú mismo me enseñaste que no existen reglas sin excepciones que las confirmen y que es absolutamente incorrecto generalizar. Te has olvidado completamente de lo que me enseñaste.
Eso es lo que dije. Me levanté, recogí, puse todo en el fregadero y me fui a mi habitación.
Amos Oz. Una pantera en el sótano. Siruela, Debolsillo.

20110417

L... DE LLAVE

Los borrachos de mi vida. Lengua de trapo. Cuando yo tenía ocho años pensaba que lo más importante de un padre era su llavero. Los padres de mis amigas tenían manojos enormes, de hasta veinte llaves o más. Algunos incluso necesitaban dos arandelas para hacer hueco a todas sus entradas. Yo imaginaba garajes, huchas, coches, diarios secretos... Pero lo que más me ilusionaba eran las puertas que abrirían. La llave de la casa familiar era casi igual en todos los llaveros: un poco más gorda que las demás, gris, con unos agujeritos en el alargamiento que entra en la cerradura; imposible saber a simple vista si conduciría a un chalé, un piso o una buhardilla. Pero había otras. De colores, redondas y enanas, con la cabeza de cuero negra, largas y delgadas de color caramelo... Mi padre sólo tenía dos llaves en una arandela de la que también colgaba un escudo. Una para el portal y otra para la puerta de casa. Incluso mi madre tenía dos más que él, para el buzón -porque era ella quien abría las cartas- y para el cuarto de contadores, que escurría oscuridad siempre que se abría y a ella no le daba miedo.

20110303

O... DE OLVIDAR

La mujer del cabello corto tiene una llave y entra a la casa cuando el sol sube y cuando el sol se pone y la viste y le da de comer. Si pasa algo que no ha planeado, si la mujer tira la cuchara al piso o si el día se arruina y llueve, se enoja, y la otra no sabe qué hacer. Un día, hoy, después de darle de comer, la mujer del cabello corto pone la televisión y lava un plato o pasa la aspiradora. Nunca le pregunta a la mujer cómo está.
«Si eres mi hija -le dice un día-, eres una mala hija.» «No importa lo que pienses de mí -le responde la hija-, mañana no te acordarás de lo que has dicho, pero yo sí. Y un día me marcharé y te vas a joder, ya lo verás», le dice la hija.
Patricio Pron. El mundo sin las personas que lo afean y lo arruinan. Mondadori

M ...DE MUSEO

“Si usted sigue esta calle se topa con la Museumsinsel. Allí se encuentra el Pergamonmuseum, donde puede usted recorrer el Paseo de los Leones de Babilonia.” Marie quedó sorprendida. “¿Estuvo usted alguna vez allí?”, preguntó. “No hay Museo que no conozca -respondió el doctor Maak con una sonrisa-. Los museos son la forma más perfecta del viaje; permiten conocer lugares distantes y maravillosos sin moverse de la ciudad. En cierta forma, son como la memoria de un viejo.
Están poblados de acontecimientos y de cosas que ya no significan nada.» Marie no supo qué decir. «¿Me llevará allí alguna vez, herr doktor Maak?», le suplicó. El doctor Maak respondió: «Al regresar de mi viaje a Marruecos iremos al Museo y al terminar, en la calle Am Kupfergraben, le compraré una manzana con caramelo». Marie sonrió.
Patricio Pron. El mundo sin las personas que lo afean y lo arruinan. Mondadori

A ...DE ANÉCDOTA...RUSA

Esta tarde, el muchacho ruso le contó una historia rusa que su padre ruso solía contarle cuando era un niño ruso. Era una historia de un cazador que necesitaba una piel para protegerse del invierno que se acercaba, y salió a buscar un oso, pero todos los osos estaban ya hibernando -el muchacho ruso no utilizó la palabra “hibernar” sino otra similar, pero ella entendió a qué se refería- o estaban en algún otro sitio, y el cazador no encontraba ninguno. Sólo uno estaba despierto, un oso enorme y quizá demasiado listo para ser un oso, que prefería pasarse el invierno mirando pasar el agua bajo el riachuelo congelado o sacudiendo los árboles y dejando que la nieve que acumulaban en sus ramas cayera y lo inundara, antes que hibernando, pero que tenía un problema: tenía hambre y había poco para comer en invierno en el bosque. Un día -esto era inevitable- el cazador y el oso se encontraron finalmente. El cazador se echó el arma al hombro pero no pudo disparar porque ésta estaba congelada porque el invierno era muy crudo y el oso que era demasiado listo para ser un oso, dándose cuenta, se abalanzó sobre él y se lo tragó. Y así, aunque podía parecer que la historia concluía cruelmente, contó el muchacho ruso, no lo hacía, ya que, como sucede en todas las historias rusas, decía, el oso obtenía lo que quería, que era alimento, y el cazador lo que necesitaba, que era abrigo.
Patricio Pron. El mundo sin las personas que lo afean y lo arruinan. Mondadori

20110219

D... DE DISEÑO

Estudió con atención las fotos durante unos momentos, sin llegar a comprender por qué le parecían tan absorbentes aquellos objetos, y entonces, al cabo de unos instantes más, acabó entendiéndolo. Los dibujos ornamentales de los platos eran idénticos a los de las vajillas del escaparate de la tienda de enfrente de su apartamento. Las cestas eran idénticas a las que millones de europeos utilizan hoy para hacer la compra. Las cosas de las fotografías tenían dos mil años de antigüedad, y sin embargo parecían enteramente nuevas, absolutamente contemporáneas. Ésa fue la revelación que cambió su manera de pensar sobre el tiempo humano: si una persona de hace dos mil años, que vivía en un alejado reducto del imperio romano, podía crear un utensilio doméstico de aspecto exactamente igual al que se utiliza hoy día, ¿cómo podían ser su manera de pensar, su personalidad o sus sentimientos diferentes de los suyos propios? Ésa es la historia que nunca se cansa de repetir a sus amigos, su argumento en contra de la creencia predominante de que las nuevas tecnologías modifican la conciencia del hombre. 
Paul Auster. SUNSET PARK. Edit. Anagrama.

20110129

R... DE RESUCITAR


EL RESUCITADOR. Señalándome a un hombre de gran dignidad, me dijeron: Ése es el resucitador; y como yo preguntara detalles, me explicaron que sólo podía resucitar a aquellos cuya muerte representara para la patria y la cosa pública una pérdida irreparable.
Todos confiaban en este hombre, y al punto creían en su capacidad prodigiosa para devolver a los muertos de su eterno reposo. Mas cuando inquirí sobre el número de sus milagros, ésta fue la respuesta: Nunca ha resucitado a nadie, porque nadie nos ha parecido imprescindible. Sin embargo, el hombre actuaba como si hubiera devuelto de las sombras a toda una nación.
Rafael Pérez Estrada. EL LADRÓN DE ATARDECERES. Edit. Plaza & Janés.

20110118

F... DE FLORES

- ¿A que no sabes tú lo que son las flores?
-Pues las flores-dijo el ciego, algo confundido, acercándolas a su rostro son... unas como sonrisillas que echa la tierra... La verdad, no sé mucho del reino vegetal.
-¡Madre divinísima, qué poca ciencia!-exclamó María, acariciando las manos de su amigo. Las flores son las estrellas de la tierra.
-Vaya un disparate. Y las estrellas, ¿qué son?
-Las estrellas son las miradas de los que se han ido al cielo.
-Entonces, las flores...
-Son las miradas de los que se han muerto y no han ido todavía al cielo-afirmó la Nela con entera convicción- Los muertos son enterrados en la tierra. Como allá abajo no pueden estar sin echar una miradilla a la tierra, echan de sí una cosa que sube en forma y manera de flor. Cuando en un prado hay muchas flores es porque allá, en tiempos atrás, enterraron en él muchos difuntos.
Benito Pérez Galdós. MARIANELA. Editorial Hernando.