ALFABETICAMENTE HABLANDO...

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20100930

V... DE VEINTITANTOS

Veintisiete, veintiocho, veintinueve años... Una edad poco adecuada para morir. Los poetas mueren a los veintiún años, los revolucionarios y las estrellas del rock, a los veinticuatro. Una vez superada esa edad parece que, de momento, estés a salvo. Como mínimo, eso es lo que presupone la mayoría de la gente. Ya has dejado atrás la legendaria cur­va fatídica, ya has cruzado el túnel lúgubre y oscuro. Tienes por delan­te una recta autopista de seis carriles por la que (aunque no te apetez­ca demasiado) puedes volar hacia tu destino. Te cortas el pelo, te afeitas todas las mañanas. Ya no eres poeta, ni revolucionario, ni estrella del rock. Ya no duermes la borrachera dentro de una cabina telefónica, ni bebes hasta perder el sentido, ni escuchas ningún LP de los Doors a todo volumen a las cuatro de la madrugada. Has suscrito un seguro de vida por conveniencia, has empezado a beber en los bares de los hoteles, desgravas de los impuestos la factura del dentista. Porque tú ya tienes veintiocho años.
Haruki Murakami. Sauce ciego, mujer dormida (Tusquets)

20100925

H... DE HIELO

Siempre me siento más solo cuando hace frío.
El frío del exterior me hace pensar en el de mi propio cuerpo. Me veo atacado desde dos frentes. Pero yo no dejo de oponer resistencia contra el frío y contra la sole­dad. De ahí que, cada mañana, salga a cavar un agujero en el hielo. Si alguien me observase desde la helada bahía con unos prismáticos, creería que estoy loco y que lo que hago es preparar mi propia muerte. ¿Un hombre desnudo en el gélido frío invernal, con un hacha en la mano ca­vando un agujero en el hielo?

En realidad, tal vez sea eso lo que espero, que un día haya alguien ahí fuera, una negra sombra que se recorte contra la inmensa blancura que me rodea, que me mire y se pregunte si llegará a tiempo de intervenir antes de que sea demasiado tarde. Pero no necesito que nadie me sal­ve, puesto que no tengo intención de suicidarme.
Henning Mankell. ZAPATOS ITALIANOS (Tusquets)

20100908

F... DE FÁBULA


Cuenta Potocki que alguien decidió hacer una averiguación entre los animales para saber cuál era el peor y más cruel de todos ellos, y que cuando llegó el turno de los insectos que vivían en las praderas éstos dijeron: “El peor y más cruel de todos los animales es sin duda alguna la oveja, porque nos engulle y nos mata sin motivo alguno”. ¿Y el mejor? ¿Cuál es a vuestro entender el más bondadoso de los animales?, les preguntaron después. Y los insectos de las parderas respondieron: “Sin duda ninguna el tigre. No sólo no nos ataca, sino que además toma venganza por nosotras persiguiendo y matando a la oveja
Bernardo Atxaga. HORAS EXTRAS (Edit. Alianza)

20100901

L... DE LEER


 Ella entendía que el vicio o la virtud de leer dependían del primer libro. Aquel que llegaba a interesarse por un libro se convertía inevitablemente en esclavo de la lectura. Un libro te remitía a otro libro, un autor a otro autor, porque, en contra de lo que solía decirse, los libros nunca te resolvían problemas sino que te los creaban, de modo que la curiosidad del lector siempre quedaba insatisfecha. Y, al apelar a otros títulos, iniciabas una cadena que ya no podía concluir sino con la muerte.
Miguel Delibes. SEÑORA DE ROJO SOBRE FONDO GRIS (Edit RBA)