El Arte crea un efecto incomparable y único, y hecho eso pasa a otras cosas. La Naturaleza, en cambio, olvidando que la imitación puede ser la forma más sincera de insulto, insiste en repetir ese efecto hasta que todos quedamos hartos de él. Ya nadie que posea verdadera cultura, por ejemplo, habla jamás de la belleza de una puesta de sol. Las puestas de sol están totalmente trasnochadas. Son de cuando Turner era el último grito del arte. Admirarlas es señal infalible de un temperamento provinciano.
Óscar Wilde. LA DECADENCIA DE LA MENTIRA (Edit Siruela)
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